El cura que se subió al burro del Diablo


Fuente: IES Gran Capitán en Leyendas de Córdoba:

Lugar: Barrio de la Magdalena. Córdoba.


Allá en tiempos antiguos, había en la parroquia de la Magdalena un cura excesivamente obeso y muy aficionado a recoger cuanto podía de sus feligreses. Sucedió que una noche de lluvia se retiraba a su iglesia, y a corta distancia del postigo de la sacristía, vio un hermoso burro blanco, solo y como abandonado. Pareciéndole al buen señor que en él podía pasar el barro de la plaza y aun alojar aquel huésped en su casa, lo arrimó a la gradilla y como pudo cabalgó en él, emprendiendo su marcha tan tranquilo, con su linterna en la mano, a favor de cuya luz vio el interior de las monjas de Santa Inés.

Entonces, asombrado, reparó encontrarse a aquella altura por haber crecido de pronto y en tanta longitud las piernas de su cabalgadura. Asustado y comprendiendo ser castigo del cielo por su desmedida ambición, y que el diablo sería el que se le presentó en forma de burro, invocó el nombre de Jesús, y aquel desapareció, cayendo el pobre cura de la elevación en que se hallaba, quedando ileso por el mucho barro; mas en él dejó su estampa tan marcada, que a la mañana siguiente los vecinos se paraban a ver lo que ellos decían “el retruco del Sr. Rector”. Este se mostró tan escarmentado que el resto de su vida lo empleó en hacer muchos y recomendables actos de misericordia.