Lugar: Gúa, Somiedo.
Informante: Aníbal Suárez Riesco, 75 años (1999).
Una vez que venían los mozos del Puerto, del baile, y allá arriba que se ven aquellas peñascas allá alante venía uno muy cansáu, y decía él:
– ¡Me cago en diez!, yo ahora era capaz de montar la burra’l diablo según voy de cansáu.
Coño, camina un poco más p’abajo y había una yegua al pie de la cuneta, muy mansa, y va él:
– ¡Cuca, oyes, para!
Cógela, se pon a caballo, ¡ay demonio!, así que monta... la burra por aquellas peñas arriba, pero él que no se era pa tirar. Iba allí como si fuera atáu. Ya la burra arriba a las peñas, ya cuando subió al pico las peñas pegó un anclazo ya tirólo por allí p’abajo y la burra marchó. Era el diablo.